Ruinas de la Iglesia de San Miguel
La construcción patronato del Marqués de Alcañices, perteneciente a la familia Almansa, muy relacionada con los altos estamentos nobiliarios de los siglos XV y XVI, llegando a ser absorbida, definitivamente, en la línea sucesoria de los Almirantes de Castilla, la familia Enríquez, que tenía su epicentro en Medina de Rioseco.
La edificación solo conserva los desvencijados restos de una construcción de una sola nave con planta rectangular y cabecera plana. Llegó a albergar el cementerio de la población.
Se conservan dos accesos en los muros laterales, con un arco carpanel hacia el norte, hoy ya caído, desde el que se tenía una bella vista de Barcial y un imponente acceso de piedra con restos de muro y arco de medio punto al sur, al pie de un camino moderno fruto de la concentración parcelaria.
Los materiales utilizados para su construcción fueron fundamentalmente tapial y piedra en parte de sus líneas más bajas y la fachada principal en el muro meridional.
Por las evidencias arquitectónicas, se observa que tuvo que tener una cubierta en madera.
La construcción patronato del Marqués de Alcañices, perteneciente a la familia Almansa, muy relacionada con los altos estamentos nobiliarios de los siglos XV y XVI, llegando a ser absorbida, definitivamente, en la línea sucesoria de los Almirantes de Castilla, la familia Enríquez, que tenía su epicentro en Medina de Rioseco.
La edificación solo conserva los desvencijados restos de una construcción de una sola nave con planta rectangular y cabecera plana. Llegó a albergar el cementerio de la población.
Se conservan dos accesos en los muros laterales, con un arco carpanel hacia el norte, hoy ya caído, desde el que se tenía una bella vista de Barcial y un imponente acceso de piedra con restos de muro y arco de medio punto al sur, al pie de un camino moderno fruto de la concentración parcelaria.
Los materiales utilizados para su construcción fueron fundamentalmente tapial y piedra en parte de sus líneas más bajas y la fachada principal en el muro meridional.
Por las evidencias arquitectónicas, se observa que tuvo que tener una cubierta en madera.